Graziela

En unas horas entraremos en el 2020. Es un momento en que solemos mirar por el retrovisor, revisar a grandes rasgos lo que ha sido el año que en breve termina, y hacer balance. 
El resultado es que me considero una mujer muy afortunada y por ello me siento inmensamente agradecida. Es agradable comprobar lo mucho que he aprendido durante estos doce meses, los cambios que he podido hacer. Me reconforta ver mis avances, que aunque sean pequeñas cosas, pasitos cortos, me han ayudado a seguir recorriendo mi camino, a conocerlo y a conocerme mejor, a tener más claro lo que deseo y lo que no quiero en mi vida. He realizado un viaje increíble, que me ha ayudado a culminar una etapa, a cerrado ciclo. 
Me he cruzado con personas maravillosas y he compartido experiencias con algunas de ellas, que me han colmado de cariño, comprensión y sabiduría, porque ya os dije que soy afortunada. Gracias a todas ellas. Agradezco también a esas otras que me han enseñado, aunque no fuera de forma agradable, pues creo que lo han hecho del modo que saben y por ello las respeto. Es importantes mirarse en los demás, pues en algunos momentos sus comportamientos son los nuestros y funcionan como espejos si queremos mirarnos en ellos, aunque no siempre es fácil separar lo que es nuestro de lo que no lo es, esto también supone un importante aprendizaje.
Cuando amanezca, cuando salga el sol ya estaremos en el 2020 y os deseo que sea para vosotros el estreno de un año lleno de luz, de ilusión, en el que consigáis superar retos personales, con  inspiración, armonía y rodeados de cariño. 
Para ello me visto con mi mejor sonrisa y desde el corazón os deseo MUCHAS FELICIDADES. 


Etiquetas: edit post