Graziela


 A LAS SEIS EN EL TRASTA

Añoro tu risa chisposa y burbujeante, tu entereza y esa capacidad para encontrar algo positivo en las situaciones más adversas.
Optimista, divertida, simpática, risueña y fantasiosa;  empática con los niños, amante de los animales y sin ninguna mano con las plantas.
Resistente, hasta la extenuación;  pertinaz, perseverante. Te costó conquistar esa libertad interior que te hizo independiente, decidida y valiente. Sabías bien lo que querías en cada momento y no estabas dispuesta a ceder terreno conquistado.
Parece que el destino te situó una y otra vez en la línea de salida para iniciar una carrera de obstáculos, con meta incierta. Tanto esfuerzo te iba pasando factura y aún así, te mantuviste firme, decidida a seguir adelante con el viento azotando tu cara, por senderos cubierto de guijarros, arañando minutos al inexorable reloj.
Anhelabas los años de infancia y adolescencia, con recuerdos compartidos en la sierra: las bicis, los teatrillos improvisados que te encantaba dirigir, los juegos infantiles en nuestra terracita o en la parte de atrás de tu jardín. Luego, cuando fuimos más mayores, las quedadas en el Trasta con las motos, la pandilla. Tiempo de amigas y risas, alegría, despreocupación y felicidad. Te gustaba rememorar aquella época con frecuencia, como los momentos previos al encuentro en que se escuchan los ruidos de los ciclomotores aproximándose desde muchos lugares de La Colonia.
En los últimos años hemos compartido confidencias, temores y muchas risas en charlas interminables. En algunas de mis visitas a tu casa, si no te había dado antes la sesión, después de la cervecita y esas galletas saladas que te encantaba comer, con Patxi acurrucado entre las dos o haciendo cucamonas, me decía "el reiki, que se nos ha olvidado", y es que se nos pasaban las horas sin sentir y siempre nos faltaba tiempo. 
Supiste mantener la ilusión por las pequeñas cosas, hasta que la dura realidad se impuso, ansiando sobre todo ver crecer a "tu pequeñaja" y disfruta de ella y de tu hija. 
Me entristezco y casi de inmediato esbozo una sonrisa cuando veo los esmaltes de las uñas, desde el rosa perla hasta el burdeos, pasando por el malva o el coral, que te gustaba lucir y cuando te iba a ver me comentabas, "este ha causado furror" y escogías otro tono que llamaba la atención en tus preciosas manos.
No querías entristecernos ni que lloráramos, sin embargo al terminar la bonita ceremonia de tu adiós, y escuchar en la pequeña capilla los primeros compases de la canción que elegiste para despedirte, "Sin documentos", ya siempre e inevitablemente unida a ti, los que te conocimos y te queremos, no pudimos evitar que los ojos se nos llenaran de lágrimas. 
Piluca en estado puro, así eras tú. 
A mi me sigue doliendo tu ausencia, por eso el sábado dí un paseo por la urbanización contigo: La avenida, El Mesón Trastamara, la cuesta y el Palacete y así callejeando llegué hasta El Alameda, y volví caminando siempre acompañada de tu recuerdo y viendo lo mucho que ha cambiado todo desde aquellos maravillosos años. 
Al final, siempre nos quedará El Trasta, ya sin motos ni pipas o helados, seguiré quedando contigo allí, Pilukiti, AMIGA.


      SIN DOCUMENTOS

Déjame atravesar el viento sin documentos, 
que lo haré por el tiempo que tuvimos. 
Porque no queda salida, porque pareces dormida, 
porque buscando tu sonrisa estaría toda mi vida. 

Quiero ser el único que te muerda en la boca, 
quiero saber que la vida contigo no va a terminar. 

Déjame que te cierre esta noche los ojos, 
y mañana vendré con un cigarro a la cama. 
Porque no tengo más intenciones que seguir 
bebiendo de esta copa que no está tan rota. 

Quiero ser el único que te muerda en la boca, 
quiero saber que la vida contigo no va a terminar. 

Porque sí, porque sí, porque sí, 
porque en esta vida 
no quiero pasar un día entero sin ti. 
Porque sí, porque sí, porque sí, 
porque mientras espero 
por ti me muero y no quiero seguir así. 

Déjame atravesar el viento sin documentos, 
que lo haré por el tiempo que tuvimos. 
Porque no queda salida, porque pareces dormida, 
porque buscando tu sonrisa estaría toda mi vida. 

Quiero ser el único que te muerda en la boca, 
quiero saber que la vida contigo no va a terminar. 

Porque sí, porque sí, porque sí, 
porque en esta vida 
no quiero pasar más ni un día entero sin ti. 
Porque sí, porque sí, porque sí, 
porque mientras espero 
por ti me muero y no quiero seguir así. 

Quiero ser el único que te muerda en la boca, 
quiero saber que la vida contigo no va a terminar. 
Quiero ser el único que te muerda en la boca, 
quiero saber que la vida contigo no va a terminar. 

Porque sí, porque sí, 
porque en esta vida 
no quiero pasar más de un día entero sin ti. 
Porque sí, porque sí, 
porque mientras espero 
por ti me muero y no quiero seguir así.

https://www.youtube.com/watch?v=GhxwOtVXQ7U