Graziela
UN PASEO POR EL PARQUE


Como no sólo de letras viven mujeres y hombres, hoy os voy a pedir que me acompañéis en el delicioso paseo de esta mañana de domingo por el parque Quinta de los Molinos.

Aunque parezca increíble esta gran extensión de almendros está en Madrid, en un parque situado en la misma calle de Alcalá, con el metro de la estación de Suances en la puerta.


Es la Quinta de los Molinos fue propiedad del conde de Torre Arias, y en 1920 lo regaló al arquitecto alicantino César Cort Botí. Tiene una extensión de 28,7 hectáreas.

Durante año estuvo abandonado, hasta que en 1980, se llegó a un acuerdo de la Gerencia Municipal de Urbanismo y se cedieron al Ayuntamiento las tres cuartas partes del mismo, que arreglo y abrió al público.

Tiene un paseo asfaltado que va desde su entrada principal de la calle de Alcalá hasta el Palacete del siglo XX, bordeado de magníficos plátanos. Hay otras muchas especies como pinos y eucaliptos, pero su principal atractivo en esta época del año es la floración de los almendros. Parece que hay dos clases de almendros, con flores blancas o rosadas que representan un maravilloso espectáculo desde febrero a marzo, y que pese a las lluvias y nevadas de los últimos días hoy bajo el tibio sol lucían así de espléndidos.

Hay dos molinos que son los que le dieron nombre, y que fueron traídos especialmente desde Estados Unidos en 1920 para extraer el agua que se utilizaba para el riego.

En el parque también podemos encontrar un estanque y el edificio de la Casa del Reloj, que actualmente se encuentra en rehabilitación.






Este parque o
frece otras floraciones que le hacen interesante en cualquier época del año, pues ahora ya está perdiendo fuerza el amarillo de sus sutiles mimosas, con las flores de espuma, de las que todavía se puede disfrutar en algunos rincones y que sin duda han debido ser maravillosas hace semanas.





Después de este paseo que ha despertado mis sentidos, con la alegría que produce la contemplación de las flores bajo el sol, inspirar el aroma que flotaba en el aire, detenerte en un banco a descansar y escuchar mejor el canto de los pájaros;,la blandura de la tierra mojada bajo los pies y el sabor a primavera, que allí ya se podía respirar, tengo que proponeros una nueva visita a esta Quinta de Los Molinos, pues la mayoría de sus paseos están bordeados de lilos, que ya presentan muchos brotes y que en plena floración deben ser un espectáculo embriagador que no podemos perdernos.

5 Responses
  1. PILARA Says:

    SI ES QUE EN MADRID TENEMOS DE TODO. ESTUPENDA SEGERENCIA LA DE VISITARLO EN TIEMPO DE LILAS.


  2. encantada Says:

    Qué bonito y qué cerca y no vamos.
    Pues iremos.
    Gracias por recordarnos que está ahí.
    Besines


  3. Arvikis Says:

    La verdad es que después del paseo debes notar renovadas tus energías. A tenerlo en cuenta esta primavera.
    javier


  4. Cruz Says:

    Me ha gustado el paseo por el camino de almendros y eso que lo he hecho desde casa. Pero, gracias a tus indicaciones espero caminarlo al modo tradicional cualquier día de éstos. Precioso.


  5. Cruz Says:

    Me ha gustado el paseo por el camino de almendros y eso que lo he hecho desde casa. Pero, gracias a tus indicaciones espero caminarlo al modo tradicional cualquier día de éstos. Precioso.