Graziela
SÁBADO

El Centro Comercial había quedado en penumbra, el supermercado y las tiendas estaban cerradas, no había nadie en los locales de ocio. Una sensación inquietante invadió a Carmen al salir del cine. Era como si la gente se hubiera esfumado de repente. La película que acababa de ver ¿la había soñado? No la recordaba. Comenzó a angustiarse ante la inusitada soledad. Los pasillos, tan concurridos habitualmente, estaban totalmente desiertos; no se escuchaba nada salvo el silencio. Su preocupación iba en aumento al mirar a su alrededor. Tal vez había ocurrido algo y ella no se había enterado; quizás incluso estaba en peligro, imaginó; ante este pensamiento se sintió paralizada por el terror, no se podía mover, estaba allí en medio, sola, sin saber que hacer o adonde dirigirse. Su corazón latía con tal fuerza que le retumbaba en las sienes. Intentó tranquilizarse antes de comenzar a andar con paso inseguro hacia las escaleras mecánicas. No funcionaban. Como sonámbula se dirigió entonces al ascensor, al que tampoco parecía llegarle energía. Tal vez solo era un apagón, pero ¿dónde había ido todo el mundo? Intentó recordar como llegar a las escaleras cuando sintió que algo le rozaba y escuchó un grito desgarrador que pareció invadirlo todo, quedándose sobrecogida de pavor. Notó erizársele el bello de todo el cuerpo y un escalofrío la recorrió entera. Buscó con la mirada sin ver nada y sintió ganas de correr, de huir de allí, de salir a la calle, de volver a su vida, pero las piernas comenzaban a flaquearle, creyó que se iba a desmayar, incapaz ya de aguantar la tensión al escuchar unos pasos aproximándose sigilosos. No pudo evitar que un gritó ahogado le atenazara la garganta al sentir una mano fría en el hombro. Apretó los ojos con fuerza. Por favor... Perdone, ya empieza la película ¿me permite pasar?


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3 Responses
  1. Juan Says:

    Interesante, inquietante y efectista. Felicidades, Graziela, por este pequeño relato.


  2. PILARA Says:

    ¡Qué susto!


  3. Nines Says:

    Pensaba que estaba soñando, que agonia. Me gusta, felicidades.