ENTRE MÁS DE DOS
No sé por qué mi
nuera, Casilda, está tan tristona últimamente. Creo que la pobre sigue intentado
quedarse embarazada sin conseguirlo. No me dicen nada, pero no soy tonta. ¿Será
por culpa de Guillermo? No creo. Va
pasando el tiempo y ella cada vez es más mayor, así que lo tiene más difícil. ¡Si
ya lo pensé yo cuando la conocí! Es una chica sin carne, sin formas de mujer;
de dónde va a sacar para alimentar a un crío. Entiendo su frustración, con lo
mucho que le gustan los niños… Guillermo viaja mucho, y la muchacha se tiene
que aburrir estando sola.
Es tozuda, le
cuesta sincerarse, pero claro, es que además soy la suegra, pero si tiene un
problema podía contármelo, digo yo... Lo mismo puedo ayudarla. Conozco mucha
gente, puedo recomendarle un médico, y hasta un buen psicólogo.
Un buen
psicólogo, lo mismo es eso lo me haría falta. Sé que mi suegra está preocupada
por mí, no se chupa el dedo y me tiene cariño. Yo era una chica alegré,
divertida y de un tiempo a esta parte me cuesta hasta sonreír. Seguro que lo ha
notado, se empeña en cebarme y es que he perdido hasta el apetito. ¿Cómo voy a
contarle mis preocupaciones? No puedo compartir con ella mis dudas. No se que hacer, paso horas mirando al cielo, sin ver solución. Si al menos
tuviéramos un bebé… pero sin mantener relaciones resulta imposible. Tengo mis sospechas, pienso que Guillermo tiene otra desde hace un tiempo, aunque lo
niegue sistemáticamente. Ya no me quiere, no está enamorado de mí, y he dejado
de gustarle.
Tarde o temprano las dos nos enteraremos. No podemos seguir así mucho tiempo más.
Tarde o temprano las dos nos enteraremos. No podemos seguir así mucho tiempo más.
No podemos
seguir así mucho tiempo más. Casilda sufre y yo la quiero, aunque no como a
ella le gustaría. Mi madre es muy observadora y seguro que se ha dado cuenta de
la tristeza de mi mujer, aunque no sea por lo que ella piensa, ¿o sí? A mí
también me gustaría tener un hijo, aunque soy
incapaz de mantener relaciones íntimas con ella desde que conocí a Daniel.
Sería como traicionarle.
Tengo que hablar
con Casilda. Es una mujer comprensiva, y además sigue enamorada de mí. Lo mismo
pueden hacerle una inseminación artificial y los dos conseguiríamos lo que
queremos. Una vida cómoda, tranquila y un niño. Ante de comentárselo le
preguntare a mi madre si sabe de alguna clínica. Puede ser la solución, me hace
tanta ilusión...
Me hace tanta ilusión
saber que seré el padrino del niño. Casilda es una mujer increíble. Tenemos
muchas cosas en común, tal vez por eso nos hemos hecho íntimos. A veces creo que Guillermo tiene celos de nosotros, no nos entiende. Nunca pensé que
las cosas sucedieran así, estoy viviendo uno de los mejores momentos de mi
vida.
En la comida del
domingo, cuando surgió el tema del nombre del bebé se produjo un momento
incómodo. La madre de Guillermo propuso que al ser yo el padrino, podían
ponerle Daniel. Los tres nos quedamos callados, hasta que la risa chisposa de
Casilda neutralizó la tensión y dijo que le parecía una idea estupenda, dando el tema por zanjado.