Vista desde el avión |
Salimos de Madrid a la hora de comer, ya comidos, pues en el avión no nos dieron ni las buenas tardes. Aunque parezca increíble, nadie entre la tripulación hablaba español y una bebida, sin hielo, fue todo lo que nos ofrecieron.
La temperatura en Croacia era muy parecida a la de aquí. Mucho calor.
Nos trasladamos al hotel Vis, situado en la región de Dubrovnik. en el camino disfrutamos de paisajes impresionantes. El mar tenía un color tan intenso que miraras donde miraras, era como ver una imagen de postal.
El hotel era antiguo y no tenía ascensor, pero daba directamente a la playa. Era lugar muy agradable, con una temperatura ideal y unas vistas maravillosa sobre el Adriático, como además la comida estaba rica y el servicio era bueno, rápidamente olvide las posibles "incomodidades". Al fin y al cabo habíamos ido a disfrutar.
DUBROVNI
Después de cenar, nos ofrecieron visitar Dubrovnik, para hacernos una idea de como era la ciudad y conocerla de noche.
Pudimos comprobar que estaba muy anima y fue un perfecto aperitivo para sabe lo que nos depararía el día siguientes acompañados por Ana, nuestra guía.
Y como vale más una imagen que mil palabras, aquí tenéis una muestra. Entenderéis que nos encantó la ciudad, y que no eramos los únicos que transitaban por allí, pues las calles y restaurantes estaban llenos de turistas.
El segundo día, madrugamos para realizar la visita a Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Antes de atravesar su muralla pudimos ver la Fortaleza Imperial, fortaleza de San Lorenzo, a la que llaman el Gibraltar de Dubrovnik.
El color de agua y su extremada transparencia no dejaba de impresionarme.
Al entrar en la ciudad vieja por la Puerta Pile, vimos la imagen del patrón de la ciudad, San Blas, y nuestra guía nos explicó la historia de Croacia, que es independiente desde 1991.
La muralla, con su torre cuadrangular.
Al inicio de la emblemática Stradun, encontramos la gran fuente de Onofrio. Uno de los monumentos más importantes de "la perla del Adriatico" por su originalidad. Fuente de piedra con forma poligonal, y dieciséis caras, en cada una de ellas hay esculpida una mascara por cuya boca fluye el agua, está culminada por una gran cúpula abierta en su parte superior.
La fuente lleva el nombre del arquitecto napolitano que la diseño como final del acueducto subterráneo que llevaba el agua hasta la ciudad desde el río situado a 12 km.
La fuente sufrió grandes daños en el terremoto de 1667 y los animales y dragones que adornaban su parte superior fueron destruidos, quedando únicamente un perro.
Al inicio de la emblemática Stradun, encontramos la gran fuente de Onofrio. Uno de los monumentos más importantes de "la perla del Adriatico" por su originalidad. Fuente de piedra con forma poligonal, y dieciséis caras, en cada una de ellas hay esculpida una mascara por cuya boca fluye el agua, está culminada por una gran cúpula abierta en su parte superior.
La fuente lleva el nombre del arquitecto napolitano que la diseño como final del acueducto subterráneo que llevaba el agua hasta la ciudad desde el río situado a 12 km.
La fuente sufrió grandes daños en el terremoto de 1667 y los animales y dragones que adornaban su parte superior fueron destruidos, quedando únicamente un perro.
Iglesia de San Salvador, del siglo XVI, y al lado el Monasterio Franciscano. En la fachada de este monasterio pudimos ver que algunos jóvenes se suben a una gárgola, cuya piedra está ya muy gastada, y tienen que permanecer el tiempo suficiente para mirar a un lado y a otro y antes de caer, la primera mujer que miran será su mujer, esto es lo que dice la leyenda, y la noche anterior pudimos ver como muchos prueban fortuna (sin saber aun el motivo), pero es mas un divertimento que otra cosa, pues es muy difícil mantenerse arriba.
Pegado al monasterio franciscano está el museo de farmacia, que pude visitar en el tiempo libre, y luego mostraré las fotos de su claustro.
Actualmente en la ciudad vieja solo hay unos 700 habitantes viviendo en lo que es el casco antiguo.
Las callejuelas están llenas de restaurantes, bares y tiendas.
Las callejuelas están llenas de restaurantes, bares y tiendas.
Hay una calle en la que vivían los judíos, que tiene una larga escalinata que lleva hasta el funicular, desde el que se disfrutan preciosas vistas.
Todas las calles tienen su encanto, y no me cansaba de mirar unas y otras, aunque en algunos casos resultara un poco agobiante, pues los restaurantes tenían algunas mesas ocupando la mayor parte del espacio que existe para pasar, así que no es muy cómodo andar por ellas, aunque se perdona por la belleza.
Los gatos forman parte también de estas peculiares calles empedradas. Son animales muy queridos por los croatas, que les cuidan y alimentan. Ellos se tumban en cualquier lugar y duermen plácidamente, sin asustarse por la cantidad de turistas que transitan a su alrededor. Aunque mucho me temo que ellos no responde al siseo con el que estoy acostumbrada a llamarmos, pues no se les movía ni solo pelo ni abrían el ojo, o movían la oreja, lo que me resultó muy curioso y no dejó de sorprenderme durante todo el viaje, pues en cualquiera de los lugares visitados la respuesta era la misma, ignorarme.
La calle principal termina en el puerto.
Los arcos son de los antiguos astilleros.
Catedral de la Ascensión de la Virgen, que tiene un cuadro de Tiziano tras el altar mayor. |
El rector se elegía por un periodo de un mes durante el que ejercía como presidente de la Cámara. disponía durante este tiempo de una vivienda y oficina en el palacio, alejado de su familia para dedicarse por entero a los asuntos estatales, sin poder abandonar el recinto salvo por las obligaciones de su cargo.
Además de ser la residencia del rector, en el palacio están las dos salas del Gran Consejo y el Pequeño Consejo, una sala de juicios, una prisión, un arsenal y un polvorín.
Actualmente alberga el museo de la ciudad y en el patio se celebran conciertos de música clásica y de la orquesta sinfónica.
Iglesia de San Blas, patrón de la ciudad, una de las mejores muestras del barroco veneciano.
Columna de Roldan , cuyo brazo era la medida ragusana |
En el momento de nuestra visita en la plaza había instalado un graderío, por lo que las fotografía no son muy buenas, sobre todo las del palacio de Sponza, que no se podían tomar lo suficientemente lejos para ver su fachada, pues las ventanas del primer piso son lo más bonito y aquí no se aprecian.
Después dispusimos de tiempo libre y aprovechamos para dar un paseo, ver el mercadillo de artesanía y frutas, y tomamos un refresco bien frío en un lugar con una vista espectacular que nos recomendó nuestra guía, alejado del bullicio de la ciudad. muy relajante para el cuerpo y el espíritu.
Yo aproveche para conocer el museo de la farmacia, con la farmacia de Mala Braca, de 1327, que es la más antigua de Croacia y la tercera de Europa.
El claustro, de 1360, es la parte más antigua que se conserva en buen estado. Cuatro galerías separadas del jardín por arcos y columnas gemelas, con capiteles decorados con relieves de animales y máscaras. Un lugar especial dentro del casco antiguo de la ciudad donde se respira quietud que invita a la meditación con el silencio roto únicamente por los trinos de los pájaros.
En el centro del jardín está la fuente gótica.
Y para terminar nuestra visita por los escenarios donde fue rodada la famosa serie televisiva "Juego de tronos", como testimonian las numerosas tiendas que vender objetos y camiseras relacionadas con la misma, comimos en el Puerto, en un ambiente tranquilo y agradable.Al terminar dimos un paseo en barco, que resultó muy placentero por la brisa y los paisajes. Desde el mismo pudimos ver la isla de Lokrum, con sus playas de piedra.
La casa de Maximilano de Hamburgo (Emperador de México) y la ciudad desde el mar. Un broche perfecto para un día completo, y aún nos quedaba la tarde.
Volvimos al hotel para ver atardecer en aquel lugar idílico. Después de cenar, aunque todavía estábamos cansados de la intensa jornada, fuimos dando un paseo hasta el hotel More, y bar que está más que construido instalado dentro de una cueva. Había que descender varias plantas y ver primero unas preciosas terrazas sobre el mar directamente. Pudiendo acceder al mismo por las escalerillas y en ascensor, que nos llevó directamente a su interior, impresionante, donde se podía tomar una copa rodeado de estalactitas y estalagmitas. Una compañera de viaje, Ana y yo recorrimos las distintas estancias de la cueva, encantadas de haber dado el paseo hasta allí. Es un lugar único, después completamos el paseo lleno de terrazas, parques infantiles y jardines. Así nos despedimos de Dubrovnik.
SPLIT
Situada al sur de Crocacia, es la capital de Dalmacia. Es una de la ciudades más importantes de Croacia. Lo más destacado de la misma es el Palacio de Diocleaciano, uno de los monumentos mejor conservados de la arquitectura romana. Fue construido como unión de una villa de lujo de verano y un campamento militar romano (castrum), dividido en cuatro partes por dos calles principales. Las cuatro puertas de acceso llevan el nombre de diferentes metales; la puerta principal es la Puerta áurea (de oro); la sur daba al mar, la de Bronce; la occidental es la de hierro y la oriental la Puerta Argenta (de plata).
La vida de la ciudad gira en torno a La Riva, su paseo marítimo
Durante nuestra vista estaban colocando un escenario, pues parece ser que organizan conciertos y espectáculos a los que se puede asistir desde las escaleras que lo rodean.
Mausoleo de Diocreciano |
La torre de la catedral, a la que se accede por un sinfín de escaleras prometía unas maravillosas vistas, pero nos perdonamos la subida y decidimos pasear por este lugar cargado de historia.
Aquí se sacaban las entradas para la catedral y la cripta. |
Templo de Jupiter, que por dentro nos decepcionó bastante |
Peristilo del Palacio |
Puerta de Oro del Palacio Diocleciano |
Dentro del Palacio existe un bulliciosa ciudad, que no deja de sorprender, con sus calles pintorescas, terrazas, tiendas, rincones encantadores... que convive en perfecta armonía con las distintas zonas del palacio.
Interior de la catedral de Santa María |
Teatro de Split |
Plaza de la República |
Hacía muchísimo calor y humedad en Split, Tras la visita del Palacio Diocleciano dimos un paseo por el resto de la ciudad; vimos el teatro y una iglesia que parecía evangélida, muy rara, la verdad. Y hasta tuvimos tiempo de entrar en alguna tienda.
La Plaza de la República nos encanto, y el puerto deportivo fue una bocanada de brisa fresca en la tarde tórrida. Un paseo muy agradable que nos llenó los ojos de azul.
Detalle de una de las terrazas de cafeterías pegadas al Palacio Diocleciano. en la tomamos un refrigerio antes de marcharnos de la ciudad, tras la interesante visita.
* Podría escribir mucho más sobre la historia de estas dos ciudades, así como de las que aparecerán en la próximas entradas de este blog relativas al viaje a Croacia, pero esa información puede leerse en cualquier libro y mi idea es darlas a conocer a través de las imágenes que yo misma capte. También es posible que exista algún error o queráis aportar algo más, por lo que podéis dejarme vuestros comentarios. Gracias.