Graziela


VERANEO POR HORAS

Con los cuervos del expediente regulador sobrevolando nuestras cabezas, lo más acertado seriá no coger vacaciones, sin embargo, necesitaba descansar, desconectar, limpiar mi mente de noticias catastrofistas y crisis económica, así que llené la nevera, me compré una hamaca y una novela y me dispuse a veranear en Madrid durante una semana a partir de las tres.
El primer día con el bikini debajo del vestido, me fui al Retiro, en un lugar fresco y apartado extendí mi toalla, saque la comida y me dí una buena capa de bronceador. Pasé una tarde estupenda, leyendo, tomando el sol y hasta eché una siestecida. Al llegar a casa me duché y me tumbé en la hamaca a contemplar las estrellas mientras disfrutaba de un mojito.
Estaba tan a gusto en el oasis que había creado en mi terraza y que cada día iba ampliando, que nada más salir de la oficina me encaminaba a casa. Me ponía el bañador y preparaba estupendas ensaladas, que degustada bajo la sombrilla, con los pies sumergidos en el barreño y viendo preciosos documentales sobre países exóticos, playas paradisíacas, o paisajes impresionantes. El tiempo transcurría lento escuchando ritmos caribeños, el sonido del mar o ambientes selváticos, sin noticias ni periódicos, solos mi libro y yo. Al caer el sol me arreglaba y salía a pasear por la ciudad durante horas. Recorría lugares que conocía pero con una mirada nueva, mezclándome con los turistas, así conocí a Eric, un holandés muy simpático. Nos hemos visto varios días durante esta semana y lo pasamos genial juntos. Me ha propuesto ir el fin de semana a El Escorial o la Granja y aunque mis vacaciones, supuestamente ya tienen que terminar, he pensado que voy a aceptar su oferta y a prolongarlas otra semana más. Hoy al salir del trabajo haré de nuevo compra, luego limpiaré la casa y pondré la lavadora para empezar otro mini-veraneo por horas. También quiero pasar por la biblioteca. Estoy encantada, sin tener que preparar maletas ni sufrir los agobios del aeropuerto o el estres del tráfico. Es mi primera experiencia en este sentido y el balance es muy positivo: en estos días he sido feliz, estoy muy morena, he cuidado mi alimentación y he perdido casi dos kilo, además he ahorrado un montón y puede que hasta esté enamorada ¿Se puede pedir más?


3 Responses
  1. Anónimo Says:

    Pues no esta nada mal. Tendré que probar y también unas mini-vacaciones por horas.


  2. Nines Says:

    Si, si, vacaciones para descansar y relajarse, para pesarlo muy pero que muy en serio.


  3. Arvikis Says:

    Como lo lea "la Merkel" se lo va a proponer a Rajoy. Al paso que vamos terminaremos veraneando así, y cazando los pavos en Navidad por los arcos de la Plaza Mayor. Muy adecuado a la época.
    Arvikis