A veces, por la calle creo ver la cara de alguien conocido en otra gente ¿Nunca te ha pasado? Personas desaparecidas y normalmente muy queridas que prestan a otros algún gesto o rasgo característicos, personales, que aparecen como fogonazos en cuerpos que les son ajenos.
Antes, cuando me ocurría, una tristeza tenue como un suave velo de seda azulado me cubría entera pero ahora, aunque me sigo sorprendiendo, si encuentro la sonrisa de Irene en una mujer mucho más joven que ella o la mirada acariciadora de Alfredo en otro chico, yo también sonrío. Alguna vez me he vuelto al escuchar la voz de Nico que sale de otra boca que no es la suya; observar el pelo brillante y liso de Elsa en una niña que apenas se le parece y me tengo que contener para no acariciarlo, igual que la mano de mi madre agarrada a la barra del bus. Identificando los andares de Pepe en un chaval que pasea delante de mi, ya no me paralizo, ni siquiera cuando alguien deja que la risa de Antonio aclare el día, simplemente me alegro por dentro y continúo mi camino, porque sé que el único fin de estos encuentros es avivar en mi un recuerdo. Y ciertamente les sigo echando de menos, pero sé que están conmigo, aunque sea a través de otra gente.
Muy bueno, Graziela. Ciertamente los recuerdos son algo complejo. Yo, a menudo, me quedo detenido ante ciertos aromas de mujer que flotan en el viento y recrean escenas imborrables de mi vida. Saludos.
Si es verdad, yo creo que puede que vivamos simultáneas existencias en universos paralelos que a veces se entrelazan con la instantánea de un relámpago sobre el agua.
javier
El tiempo suaviza el dolor de la pérdida y el recuerdo aflora a la menor ocasión, casi sin darnos cuenta. Lo importante es saber que han dejado huella en la vida de alguien.
Me has echo llorar , al recordar a mucha gente
Besos de te echo de menos...
Piluka
Precioso.
Gracias.
Besos.
Son unas sensaciones muy, muy frecuentes. No hace mucho, en el autobús, tenía enfrente de mi las manos de mi padre: no me preguntes cómo era su propietario, no le miré, solo las manos.
Tienes toda la razón, yo creo que todos hemos pasado por situaciones similares, yo también he tenido en el metro muy cerca de mí a la figura de mi padre, que fue una impresión que no supe ni que hacer me quede completamente bloqueada. También en otros momentos he recordado a personas muy queridas que ya no están aquí, a través de otros en su manera de hablar, de andar, en gestos. A mí me dá mucha melancolía y no puedo contener las lagrimas al recordarlas de esa manera tan impactante, son en verdad unas sensaciones para mi dificiles de entender.
Qué bonito Graziela.
Como voy por la vida sin fijarme (fallo mío) no me he parado a pensar en si me pasa eso mismo, pero voy a estudiarlo.
Gracias por despertarme y besillos.