CON CITA PREVIA
Llegó al ambulatorio con tiempo suficiente. Su médico tardó un rato en llamarla.
- Bueno Teresa, ¿Qué pasa? ¿Es que no estás mejor?
- ¿Mejor? Doctor, cada vez me encuentro peor. No levanto cabeza.
- Cuéntame ¿Te tomas las pastillas como te dije?
- Si claro, pero no me hacen nada. Estoy fatal de las jaquecas. No consigo conciliar el sueño y ahora, además, siento una terrible ansiedad, como sin tino y estoy engordando –dijo haciendo una especie de puchero a punto de echarse a llorar.
- Bueno, bueno. Tranquilízate, ten un poquito de paciencia, verás como todo se soluciona.
- Paciencia. Si es que hay días que no me levantaría de la cama.
- Te voy a tomar la tensión ¿Tienes algún problema en casa o en el trabajo?
- Pues si no fuera porque ahora en la sucursal estoy fatal, mi hijo quiere dejar la carrera; la niña sale con un bailarín de breakdance y no aguanto a mi marido, todo estaría perfecto –respondió irónica mientra notaba el manguito presionándole el brazo.
- Tienes la tensión bajísima. La verdad es que te noto nerviosa, como agobiada y tú siempre has sido una mujer muy fuerte, animada y dispuesta.
- Si es que ya no me reconozco. Es como si fuera otra. Hasta en la oficina me lo han dicho. He perdido la alegría y me sale una tristeza de aquí –dijo presionándose el plexo solar- Pienso barbaridades. No aguanto a nadie. Todo me afecta muchísimo. Lo mismo me tiene que mandar al psiquiatra. Creo que me estoy volviendo loca. ¡Estoy tan preocupada…!
- No mujer, es todo por la edad.
- ¿Qué pasa, que cumples los cincuenta y pierdes la razón? –preguntó abriendo los ojos desmesuradamente y sujetándose las manos.
- No, Teresa, ni mucho menos. Tengo el resultado de tus análisis y todo parece normal. Un poco alto el colesterol, pero nada preocupante. Lo único que te pasa es que tus hormonas están alteradas y con ellas, todo el organismo. Estás entrando en el climaterio.
- ¿Qué? Y yo que pensaba que era un retraso. ¡Solo me faltaba estar embarazada! Me está diciendo que estar menopaúsica produce el mismo efecto que si se te hunde el mundo.
- En tu caso parece que sí.
- Ahora si que pienso definitivamente que debo estar volviendo loca y usted también si cree que me voy a creer eso.
- ¿Mejor? Doctor, cada vez me encuentro peor. No levanto cabeza.
- Cuéntame ¿Te tomas las pastillas como te dije?
- Si claro, pero no me hacen nada. Estoy fatal de las jaquecas. No consigo conciliar el sueño y ahora, además, siento una terrible ansiedad, como sin tino y estoy engordando –dijo haciendo una especie de puchero a punto de echarse a llorar.
- Bueno, bueno. Tranquilízate, ten un poquito de paciencia, verás como todo se soluciona.
- Paciencia. Si es que hay días que no me levantaría de la cama.
- Te voy a tomar la tensión ¿Tienes algún problema en casa o en el trabajo?
- Pues si no fuera porque ahora en la sucursal estoy fatal, mi hijo quiere dejar la carrera; la niña sale con un bailarín de breakdance y no aguanto a mi marido, todo estaría perfecto –respondió irónica mientra notaba el manguito presionándole el brazo.
- Tienes la tensión bajísima. La verdad es que te noto nerviosa, como agobiada y tú siempre has sido una mujer muy fuerte, animada y dispuesta.
- Si es que ya no me reconozco. Es como si fuera otra. Hasta en la oficina me lo han dicho. He perdido la alegría y me sale una tristeza de aquí –dijo presionándose el plexo solar- Pienso barbaridades. No aguanto a nadie. Todo me afecta muchísimo. Lo mismo me tiene que mandar al psiquiatra. Creo que me estoy volviendo loca. ¡Estoy tan preocupada…!
- No mujer, es todo por la edad.
- ¿Qué pasa, que cumples los cincuenta y pierdes la razón? –preguntó abriendo los ojos desmesuradamente y sujetándose las manos.
- No, Teresa, ni mucho menos. Tengo el resultado de tus análisis y todo parece normal. Un poco alto el colesterol, pero nada preocupante. Lo único que te pasa es que tus hormonas están alteradas y con ellas, todo el organismo. Estás entrando en el climaterio.
- ¿Qué? Y yo que pensaba que era un retraso. ¡Solo me faltaba estar embarazada! Me está diciendo que estar menopaúsica produce el mismo efecto que si se te hunde el mundo.
- En tu caso parece que sí.
- Ahora si que pienso definitivamente que debo estar volviendo loca y usted también si cree que me voy a creer eso.
Salió despacio de la consulta, más deprimida que cuando entró. No llegó a su casa, se encontraba tan mal que se lanzó a cruzar la calle en el mismo momento que pasaba a su altura una moto, que no puedo hacer nada para evitar arrollarla.
Hay ciertas edades... Y hay algunos médicos, que vaya ojo clínico, lo de las hormonas es como un comodín, parece que valen para todo.