Hace ya una semana que me descompone ver las noticias. Las imágenes del terremoto de Haití resultan espeluznantes, me produce escalofríos ver tanta destrucción, tanta tristeza y sobre todo tanta muerte. Cadáveres apilados en la calle; personas malheridas; mujeres y hombres con el sufrimiento impreso en el rostro que deambulas sin rumbo, que lo han perdido todo y luchan sin fuerzas para que alguien les ayude, para seguir viviendo en condiciones precarias, para huir de ese infierno. Y ante este espectáculo dantesco la violencia impuesta por grupos armados que siembran de miedo un territorio en ruinas.
Bajo esta destrucción, milagrosamente, aún sigue habiendo gente que es rescatada y devueltas a la vida, una vida que aunque incierta les hace mantener la esperanza de un futuro mejor.
Lo peor son los niños, siempre me duelen más los niños: indefensos, vulnerables, que en medio de la catástrofe aun son capaces de sonreír cuando alguien les cuida y les demuestra su amor.
La desolación y la pena me atenazan ante las fotos de la tragedia.
Por eso quiero mostrar mi solidaridad con un pueblo azotado por el desastre y mi admiración por los que están colaborando y prestando su ayuda allí, donde más les necesitan, arriesgando su propia viva.
Bajo esta destrucción, milagrosamente, aún sigue habiendo gente que es rescatada y devueltas a la vida, una vida que aunque incierta les hace mantener la esperanza de un futuro mejor.
Lo peor son los niños, siempre me duelen más los niños: indefensos, vulnerables, que en medio de la catástrofe aun son capaces de sonreír cuando alguien les cuida y les demuestra su amor.
La desolación y la pena me atenazan ante las fotos de la tragedia.
Por eso quiero mostrar mi solidaridad con un pueblo azotado por el desastre y mi admiración por los que están colaborando y prestando su ayuda allí, donde más les necesitan, arriesgando su propia viva.
El sufrimiento de la pobre gente de Haití tras el terremoto me hace pensar, que toda la ayuda que podamos aportar es poca, pués a nosotros nos sobran muchas cosas y a ellos les falta todo. Como disfrutar cada día de ciertas cosas cuando hay tanto dolor y sufrimiento en esa parte del mundo y esos pobres niños que se han quedado solos. Nos hemos quedado destrozados con ese horror. Yo también quiero mostrar mi solidaridad.
REALMENTE ES TERRIBLE PERO, NO CABE DUDA QUE TENEMOS EL DESTINO MARCADO. ¿CÓMO PUEDE SOBREVIVIR UNA CRIATURA OCHO DÍAS SEPULTADA?
ESO SON MILAGROS.